Resumen ejecutivo
Cómo Woola prometía revolucionar la telefonía móvil para los jóvenes españoles
La historia de Woola comienza en 2013 cuando nació como una Startup que buscaba crear una identidad con la que diferenciarse e ir en busca de financiación. El proceso de naming de marca fue fundamental desde el inicio. Desde el inicio de los trabajos nos propusimos crear algo especial para los jóvenes españoles. Necesitábamos una marca que hablara su idioma y que fuera tan fresca y directa como ellos. ¿Sabes esas marcas que intentan ser juveniles pero acaban sonando artificiales? Nosotros queríamos evitar eso a toda costa.
Para entender qué es el naming de una marca y su importancia, hay que comprender que el nombre lo es todo. Así nació «Woola», un nombre que juega con la palabra «hola» de una forma divertida y cercana, siendo uno de los ejemplos de naming de marca más innovadores del sector. Pensamos que si querías conectar con los jóvenes, tenías que hacerlo con un lenguaje visual que les resultara natural y atractivo. Por eso elegimos letras limpias y colores que transmitieran esa energía juvenil que buscábamos.
El resultado fue increíble: en los grupos de control y testeo no solo conseguimos que los jóvenes reconocieran y se identificaran con la marca, sino que Woola se convirtió en una de las operadoras móviles más innovadoras de España. Este éxito demostró la importancia de saber cómo hacer el naming de una marca de manera efectiva.
El problema
El desafío: Conectar con los jóvenes españoles de una forma única
¿Sabes lo difícil que es destacar en un mercado lleno de operadoras móviles? Ese era exactamente el reto de Woola. Entender qué es naming de marca fue crucial para diferenciarnos.
Los jóvenes españoles buscan marcas auténticas, que les hablen de verdad, sin artificios. Por eso necesitábamos crear algo especial: un nombre y una imagen que transmitieran simplicidad y frescura. Estudiamos diferentes tipos de naming de marca para encontrar el enfoque perfecto.
La cosa estaba clara: si no conseguíamos que la marca destacara y conectara con los jóvenes, nos arriesgábamos a ser una más del montón. Y en un sector tan competitivo como el de la telefonía móvil, eso podría haber sido fatal para atraer y mantener a nuestros clientes más valiosos.
La solución
El primer objetivo para una marca efectiva. Tras mucho pensarlo, llegué a «Woola», que es una forma divertida de decir «hola». Quería que cuando lo escucharas, te sacara una sonrisa y te resultara cercano.
Para la parte visual, aposté por la sencillez: letras claras y colores que transmitieran energía y juventud. No quería nada complicado ni pretencioso. Antes de tomar decisiones importantes, dediqué tiempo a estudiar qué les gusta a los jóvenes, cómo usan sus móviles y qué buscan en una marca.
Lo mejor de todo fue trabajar directamente con el equipo de Woola. Sus ideas sobre lo que querían los jóvenes fueron oro puro. Entre todos conseguimos crear algo que realmente funcionó y que la gente adoptó como suyo.
Implementación
Así llevamos a cabo el proyecto
Desarrollamos este proyecto a nivel nacional (España) con una estrategia muy definida. El proceso de naming de la marca fue una parte crucial de la implementación.
Dedicamos los primeros tres meses a investigar a fondo qué querían los jóvenes españoles. Después, invertimos dos meses en darle forma a todas las ideas: desde el diseño hasta la forma de comunicar. Los últimos dos meses los usamos para implementar todo el branding en cada punto donde la marca se hacía visible.
El mayor reto fue crear un diseño que realmente conectara con los jóvenes. Para conseguirlo, organizamos sesiones con grupos de chicos y chicas que nos ayudaron a entender qué les gustaba y qué no. Sus opiniones fueron fundamentales para crear algo que realmente les llegara.
Lecciones
Lo que aprendimos sobre conectar con los jóvenes
Durante el desarrollo de la marca Woola descubrimos algo fundamental: crear una marca para jóvenes va mucho más allá de usar palabras «cool» o colores llamativos. La clave está en comprender profundamente su forma de comunicarse y sus valores. Por eso, cuando creamos el nombre «Woola», buscamos que sonara natural y cercano, como una palabra que pudieran decir en su día a día.
Los colores frescos y la tipografía moderna que elegimos no fueron casuales: cada elemento visual se pensó para que los jóvenes sintieran la marca como propia, no como algo impuesto. Esta experiencia nos enseñó que una marca puede destacar sin gritar, simplemente siendo auténtica y coherente con su público.
Lamentablemente y aunque el feedback del trabajo realizado fue muy positivo por parte del cliente, el proyecto nunca vio la luz pues finalmente después de no pocas rondas de financiación, el proyecto nunca se puso en marcha.