Soy Rafa Moreno, consultor de marca y… brandsfreak

Te ayudaré a que tu marca cuente su historia y ofrezca sus experiencias a todo el mundo

¿Quieres saber por qué me autodenomino brandsfreak?

Ahora te lo cuento, pero primero, ¿puedo ayudarte en algo?

De Brandchemist a Brandsfreak

Pues sí, soy un brandsfreak o, como me llaman en mi entorno, «el pesao de las marcas».

En realidad, este término no existe. No importa que lo busques en el diccionario.

Decidí denominarme así porque no soy solo un consultor de marca o brand manager, también soy un apasionado del conocimiento y de la divulgación de la cultura de marca. Siempre me ha gustado pensar que soy una especie de alquimista del branding, de ahí que antes me llamara brandchemist (otro término inventado…). Y entonces, ¿por qué decidí cambiar mi «apodo»? No fue porque modificase mi forma de trabajar. Simplemente me di cuenta de que, al estar hablando siempre sobre el mundo del branding, la gente me identificaba como «el friki de las marcas» (lo de «pesao» lo añadió mi familia… Sí, ya lo sé, son muy majos). Como ya os habréis fijado, me encanta inventarme «palabros» nuevos, así que me lancé a buscar un nuevo calificativo que me describiera. Fue así como pasé de brandchemist a brandsfreak. Pero, aunque no lo parezca, soy un tipo normal. Empático, con sentido del humor, curioso, amante de la música y… papá de Alba (lo siento, se me cae la baba con mi hija).

Déjame que te cuente una historia

Ahora que ya tenemos un poco de confianza, te voy a contar una historia que siempre pongo de ejemplo.

Bueno, igual te cuento hasta dos…

A lo que iba.

Hay un fragmento en la película «El fundador» (2016) que es especialmente revelador. Tras firmar la adquisición de McDonald’s por 2,7 millones de dólares, Dick McDonald y Ray Kroc mantienen una conversación. En ella, Dick le pregunta que por qué no se limitó simplemente a robarles la idea e imitar su modelo de negocio. Entonces Ray le contesta que hubiera fracasado, porque lo que realmente hace único a McDonald’s no es su sistema, sino su nombre…

Teniendo en cuenta lo que es hoy en día McDonald’s… nos hace darnos cuenta de la importancia de la marca, más allá del producto o servicio.

Por cierto, si quieres escuchar el fragmento entero, puedes hacerlo en Brandchemist, mi podcast.

Venga, si has leído hasta aquí, te has ganado que te cuente mi segunda anécdota preferida.

Esta vez el protagonista de la historia soy yo. Y me sirve para ilustrar también la importancia de la gestión de la marca.

Hace ya unos años, le propuse a una clienta cambiar el nombre de su marca y hacer un nuevo branding. Así pasó de llamarse Único Inmobiliaria a Proxxima Inmobiliaria, realizando toda la gestión de registro de marca y demás trámites.

Esto no tendría más interés si no fuera porque, un tiempo después, la clienta me llamó preocupada para decirme que se había enterado de que ya existía un negocio llamado «Próxima Inmobiliaria», en una barriada de Sevilla. En el mismo momento la tranquilicé confirmándole que la marca era suya porque, en caso de que ya existiría otra similar registrada no nos la hubiera concedido.

Así que efectivamente ya existía una «Próxima Inmobiliaria» pero perdió su marca por no haberla gestionado correctamente… cometió el gran error de no registrarla.

Pero la cosa no queda aquí.

Tiempo más tarde, me llama un íntimo amigo para ir a tomar un café. Al llegar me sorprendo al verle acompañado de otra persona…

Esa persona no era otra que el dueño de la Próxima Inmobiliaria al que le robé la marca.

Y, cuando ya me preparaba para que me cayera una buena bronca, me dijo que, por razones obvias, necesitaba una nueva marca… y que había pensado que quién mejor para creársela que la persona que le había quitado la suya…

¡No me digas que no es una buena historia!

Bueno, y ahora que ya nos conocemos... ¿Hacemos branding?