Cuando se contrata creatividad publicitaria tenga el destino que tenga (acción, pieza o campaña), los que somos profesionales de esto “de la comunicación publicitaria”, solemos enviarle al cliente un documento Brief o Briefing (una toma de datos) para que de ese modo, se nos pueda transmitir lo que el cliente espera de la acción.
Una vez recibimos esa información, hacemos una labor de investigación en la que completamos lo que el Briefing del cliente contiene y aportamos nuestros puntos de vista, recomendaciones e indicaciones que consideramos necesarias para realizar la acción.
A ese documento que genera la agencia y que también contiene las líneas maestras de lo que será la idea (eje creativo) sobre el que girará la acción, lo denominamos Contrabriefing que posteriormente, es enviado al cliente para que nos de su conformidad y poder continuar así con todo el proceso creativo posterior.
Como yo siempre digo, nosotros (los profesionales en comunicación publicitaria) sabemos cómo decir las cosas, pero son los clientes los que han de indicarnos lo que debemos decir.
Hay clientes que se empeñan y desean que seamos las agencias las que les indiquemos qué tienen que decir, como si tuviéramos frascos mágicos con maravillosas pociones capaces de cambiar su trayectoria empresarial.
Ahí está la cuestión, la publicidad no es arte de magia, es trabajo, un trabajo sistemático que generalmente resalta valores que ya posee el producto.
No tengas la menor duda que quien mejor conoce su producto es el propio cliente y es este el que ha de indicar cuáles son las verdaderas fortalezas que nos den argumentos únicos con los que poder vender el producto.
Cuando un cliente no nos facilita la información que necesitamos para poder trabajar lo que verdaderamente está haciendo es menospreciando los valores de su producto o servicio. Es ahí cuando al menos yo, entiendo que si el mismo cliente no cree en su producto o sus posibilidades, yo no debo hacerlo y rechazo el encargo.
Esto en muchos casos, me ha supuesto verdaderos problemas con la parte financiera de la agencia pero aún en momentos como los de ahora, voy a trabajar con quien me guste trabajar, con quien se entusiasme con su marca, producto o servicio.
Y es que en Marketing y Publicidad se invierten muchas horas en estudiar, planificar y crear valores para marcas, productos, servicios u organizaciones por lo que si no disfrutas del trabajo, si no te gusta, lo vas a pasar mal muchas horas.
Haz las cosas con gusto y disfruta de tu trabajo.
4 respuestas
Buena entrada, estoy contigo. Ante todo profesionalidad y disfrutar con lo que estás haciendo. Aceptar trabajos desinteresados no motivan a nadie.
Un saludo.
Hola Far, ahí está la cuestión, pero lo principal es que disfrutes porque veas como lo que tú con tanto mimo planteas es correspondido por quién te ha de pagar por el trabajo.
En ese sentido mi «mantra» es: Las marcas que yo gestiono son propiedad de clientes con los que me gusta trabajar.
Y creo que así debería hacerlo todo el mundo. En mi opinión mejoraría la calidad de la mayoría de los trabajos que «salen a la calle».
Está clarísimo, mejorarian la calidad de todos los trabajos, ojala todo el mundo trabajara así. Lo malo es que algunas agencias, estudios, etc… ven dinero fácil y trabajo rápido cuando se encuentran con clientes desinteresados…y ahí es cuando vienen los problemas, y sobre todo el impacto (negativo) que nos causan algunas campañas….
Un saludo!
Hola Rafa
Me ha llamado la atención el comentario sobre los clientes que no aportan orientación y piden camino a su producto.
Yo veo una oportunidad creativa y libre de limitaciones, de tal manera que el anuncio sea una obra de arte para algo que no lo es. Claro está, soy poeta o escriBienTe y pretendo introducir a la publicidad un alma común en todo producto; ser un antiVirus dentro del virus del consumo y crear un nuevo cuerpo.
Saludos.