Así es, lo he intentado una infinidad de veces pero se me antoja prácticamente imposible, de modo que empezaré por reconocerlo. Soy incapaz de actualizar mi blog de forma habitual y programada.
Esto puede ser considerado como un error dentro de mi estrategia de marketing personal, pero es que (al menos hasta hoy) no forma parte de ella, pues entiendo que si eso de tener actualizado el blog con constantes entradas (algunas de ellas de mala calidad) es ser un buen profesional en marketing, que venga Dios y lo vea.
Mi admirado Dryton Bird, cuándo alguien le preguntó: «Sr. Bird, ¿cada cuánto tiempo hemos de comunicarnos con nuestros clientes?» su respuesta fué: «Sólo cuándo tengas algo que decirles» y en mi opinión ahí está la cuestión, ¿quien soy yo para hacer perder el tiempo a nadie y contarle una chorrada sobre «La importancia del DAFO en el marketing de la economía de escala«? ¿No es mejor escribir un post cuándo haya algo que contar y que pueda interesar a la gente?
En mi opinión, generalmente lo que hacemos al escribir un post de forma habitual es ofrecer un exceso de información que por regla general no aporta nada nuevo, a no ser claro, que lo que pretendamos es hacer juegos de hipnosis y maniobras de distracción para dar la sensación de que sabemos de qué estamos hablando, sin saberlo realmente. Bueno, otra posibilidad es que necesitemos vender muchos ejemplares de nuestro libro actual o próximo manuscrito.
¿Y tú qué piensas de todo esto?