¿Qué es una marca blanca, te lo has preguntado alguna vez, mientras paseabas por un supermercado?
Es esa curiosidad que nos lleva a querer entender mejor los productos que elegimos día a día. ¿Por qué algunos tienen nombres reconocidos y otros no? ¿Por qué algunas etiquetas son más simples y otras más llamativas?
Por cierto,
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Seguimos con el post…
A lo largo de mis años investigando y sumergiéndome en el mundo de las marcas, he acumulado un montón de respuestas y conocimientos que me gustaría compartir contigo.
Acompáñame en este viaje para desentrañar juntos el misterio detrás de lo que conocemos como ‘marca blanca’. ¿Estás listo para resolver esa incógnita que ha estado rondando tu mente?
¿Qué es la marca blanca?
En el vasto mundo del marketing y la distribución, es esencial comprender ciertos términos, ¿verdad? Yo, con años de experiencia en el sector, puedo ayudarte a descifrarlo.
El término «marca blanca» no es otro que aquel que describe un servicio o producto (incluso una línea completa de ellos) fabricado por una empresa, pero bajo la petición específica de un distribuidor. La mayoría de ellas grandes superficies. ¿Te lo imaginas? Son esos productos que ves en las estanterías, vendidos con orgullo bajo la marca de un distribuidor.
Si sientes curiosidad, te invito a profundizar más en Wikipedia.
Pero, ¿qué distingue a estos productos? En sus inicios, los productos de marca blanca eran aquellos que, curiosamente, no invertían en publicidad. Su sello distintivo era ser poco conocidos, presentarse en envases simples y ofrecer una relación calidad-precio realmente competitiva.
Así que, cuando mencionamos un aceite «marca blanca», nos estamos refiriendo a ese aceite con un precio atractivo, pero quizás con una calidad un poco inferior en comparación a marcas populares como La Masía o La Española.
¿Cuál es su origen?
Todo comenzó en Alemania, en pleno apogeo de la Segunda Guerra Mundial. Un período complicado. En aquellos tiempos, la agitación y el conflicto eclipsaban a las marcas reconocidas. Los consumidores, buscando economizar y adaptarse a la realidad de la guerra, inclinaban sus preferencias hacia productos más económicos y menos ostentosos.
¿Por qué? Porque en tiempos de crisis, las necesidades básicas predominan sobre la lealtad a una marca. Así, el foco se centraba más en el valor que en el reconocimiento. El origen de la denominación «marca blanca» viene de usar envases blancos con un sencillo etiquetado. Únicamente hacía alusión a la categoría del producto.
No obstante, ¿sabías que la marca blanca no se quedó en Alemania? En la década de los 70, esta tendencia se globalizó, llegando con fuerza a naciones como Estados Unidos, Reino Unido y Francia. Estos países adoptaron con entusiasmo este concepto, demostrando que el fenómeno trascendía fronteras.
Y, si nos centramos en España, fue la cadena de supermercados Simago la pionera en abrazar esta tendencia a finales de los años 70. Imagina el impacto y la innovación que esto supuso en la España de esa época.
¿Que se entiende por marca blanca? y cómo ha evolucionado el concepto
Has llegado hasta aquí porque alguna vez te has preguntado qué es una marca blanca y por supuesto ¿Cómo es posible que hayan cobrado tanta relevancia en el mercado?
Desde sus inicios, las marcas blancas eran sinónimo de simplicidad. Como ya he comentado, se enfocaban en productos elementales que todos necesitamos en nuestro día a día, como azúcar, leche o detergente.
Pero, ¿cuál era su encanto? Su as bajo la manga era ofrecer estos productos a un precio mucho más accesible que las marcas líderes, aunque a veces con una calidad ligeramente inferior.
Sin embargo, ¿te has dado cuenta de cómo han cambiado con el tiempo? Con el paso de los años, las marcas blancas comenzaron a adaptarse y evolucionar. Ya no se trataba sólo de ofrecer el precio más bajo, sino también de elevar la calidad de sus productos. De hecho, me he topado con muchas marcas blancas que, en diseño de packaging, incluso superan a las marcas más tradicionales. Ejemplos como Hacendado o Auchan son testimonio de esto. ¿Sorprendente, verdad?
Hoy en día, la denominación “marca blanca” ha evolucionado a términos más precisos como “marca propia” o “marca de distribuidor”. Estas marcas ya no están en el rincón oscuro del pasillo del supermercado; de hecho, han llegado para quedarse, enfrentándose cara a cara con las marcas más consolidadas en el mercado.
Y llegados a este punto te estarás haciendo preguntas como ¿Qué ventajas tiene la marca blanca?
Pros y contras
Desde el punto de vista del distribuidor
Pros
- Puede obtener un mayor margen de ganancia.
- Trabaja la lealtad de los consumidores hacia sus marcas propias.
- Otorga mayor poder de negociación frente a sus proveedores.
Contras
- Crear una marca blanca implica asumir los costes y riesgos derivados de su gestión.
Desde el punto de vista del consumidor
Pros
- Se puede beneficiar una mayor variedad y unos precios más competitivos (oferta y demanda).
Contras
- Si los distribuidores comienzan a liderar el mercado por encima de las marcas tradicionales puede ocurrir todo lo contrario
Desde el punto de vista del fabricante de la marca blanca
Pros
- La producción y venta de marcas blancas puede aumentar su demanda y por tanto se reducirán sus costes de producción (economía de escala).
Contras
- Riesgo de dependencia a la demanda del distribuidor en detrimento de las marcas propias.
Hay otros muchos modelos de negocio susceptibles a hacer uso de las marcas blancas. Incluso los servicios pueden hacer uso de las marcas blancas. En esta ocasión me he limitado a darte la info, no vayas diciendo después que te voy dando ideas.
Preguntas frecuentes (FAQs)
Conclusión
Así que, después de todo lo expuesto, ¿tienes más claro sobre «qué es una marca blanca»? Yo esperaba que este recorrido te aportará ese rayo de claridad que tanto buscabas. Es fascinante cómo algo tan cotidiano puede tener tras de sí un mundo lleno de historia, decisiones estratégicas y evolución del mercado, ¿verdad?
Agradezco que hayas decidido embarcarte en este viaje de descubrimiento conmigo. Siempre es un placer compartir lo que he aprendido a lo largo de los años. Y recuerda, cada vez que te encuentres en un pasillo de supermercado preguntándote sobre las marcas, ya tienes las respuestas. ¡Hasta la próxima inmersión en los secretos detrás de nuestras elecciones diarias!
Y tú, ¿te has dejado seducir ya por la calidad y precio de alguna de ellas? Es impresionante cómo la percepción y la realidad de las marcas blancas han cambiado con el tiempo.